Los barcos de la Bahri transportan armas y vehículos militares desde Estados Unidos, Canadá y Europa a Oriente Medio, principalmente a los ejércitos de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Ya es una historia bien conocida, también tratada por periódicos y televisión. Entre mayo y junio 2019, los barcos de la Bahri fueron bloqueados y contestados, y los medios y armamentos que tenían que ser embarcados fueron bloqueados. En Le Havre, en Génova, en Marsella, y una vez más en Génova. Desde entonces, hasta donde sabemos, estos barcos no han tocado más un puerto del norte de Europa, manteniendo solo Génova como etapa, donde, sin embargo, no han embarcado nada de militar. Estos son los hechos, y son hechos ganados gracias a la lucha de los trabajadores portuarios y de todos los que estuvieron a su lado, tanto en Francia como en Italia. Ya el año anterior, una movilización similar en Bilbao había obligado a la Bahri a abandonar ese puerto. Sin embargo, estos barcos continúan llenos de armas, explosivos y medios militares, especialmente destinados a la carnicería en Yemen, incluso si no embarcan aquí.

Hace unos días, el Bahri Abha regresó a España y esta vez en el puerto de Sagunto embarcó 8 contenedores de explosivos, destinados a los Emiratos, un estado involucrado en la guerra en Yemen. Las protestas que allí han tratado de obstaculizar el embarque han sido neutralizadas por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El Abha llegó hoy a Génova con la presencia habitual de los antidisturbios y de los Carabinieri en la puerta de acceso y de la Digos ( la politica política) en la Terminal para garantizar las operaciones. A bordo hemos visto vehículos blindados sobre cuatro ruedas con torreta y cañón, probablemente provenientes de Canadá y producidos por Dynamics general.

Entre los trabajadores hay quienes no quieren exponerse a esta situación por razones de seguridad y, sobre todo, hay quienes no quieren ser, simplemente, un engranaje de la guerra.

Es por eso que hoy algunos estibadores han entrado en una reunión entre la patronal (del puerto) y las instituciones (del puerto) para decir claramente que esta historia debe terminar. O la guerra abandona nuestro puerto o las consecuencias, sobre todo económicas, serán para todos. No estamos dispuestos a tolerar que este suministro continuo y esencial para la guerra, es decir para la muerte y la miseria de millones de personas, tenga su escenario en Génova.

¿No queréis perder el trabajo y los días de trabajo? A ver los planes de carga (llevamos meses pidiendo que se hagan públicos) y que nos muestren si estamos equivocados nosotros, si los trabajadores de Sagunto están equivocados, etc. etcétera

¿ Los barcos iràn a otra parte? Será la tarea de otros camaradas y otros trabajadores continuar la lucha! Que cada uno haga su parte.

Cerramos los puertos a la guerra!