DECLARACIÓN DE KIRUNA
PROTEGER EL ALTO NORTE, DESMILITARIZAR EL ESPACIO EXTERIOR Y ELIMINAR LA AMENAZA DEL HOLOCAUSTO NUCLEAR
La Conferencia Internacional sobre el Alto Norte y la Seguridad tuvo lugar en la ciudad de Kiruna, Suecia, del 28 al 30 de junio de 2013. Representantes de un amplio espectro de las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos públicos de diversos países escandinavos, europeos, asiáticos y de América Latina, así como de la federación de Rusia y Estados Unidos, estuvieron presentes y acordaron lo siguiente:
Los representantes a la Conferencia reconocen:
Que enfrentamos grandes amenazas a nuestra supervivencia, debido a la persistente pretensión de que la seguridad puede logarse por medio de una política exterior agresiva y de la acción militar;
Que las consecuencias finales de esa política son el desarrollo continuo y la amenaza del uso de armas nucleares, así como la explotación y la militarización del medio ambiente, como ocurre en el Ártico y el espacio exterior, en vez de protegerlo en beneficio de la humanidad;
Que el Alto Norte está siendo utilizado por una OTAN en expansión, como campo de prácticas militares para ensayar futuras estrategias de combate en la guerra y para probar y desarrollar nuevas tecnologías asesinas;
Que Estados Unidos ha establecido una estación satelital terrestre en las islas Svalbard en Noruega, utilizada para fines militares en violación del Tratado de Svalbard o Spitzbergen, que prohíbe el uso del archipiélago para propósitos bélicos;
El rápido incremento del despliegue de sistemas militares con base en el espacio y la red global de estaciones terrestres (que incluye radares e instalaciones de enlace descendente y de vigilancia) que lo respalda y complementa;
Que el uso incontrolado e irresponsable del espacio exterior, ha provocado la invasión de basura en el medio ambiente, con escombros que podrían volverlo impenetrable;
Los efectos desestabilizadores del despliegue de sistemas de defensa antimisiles con base en el espacio, en tierra y en el mar, pues minan la estabilidad internacional y ponen en peligro la posibilidad de avanzar en los acuerdos para el desarme nuclear;
Que todos los estados signatarios del tratado de No-Proliferación Nuclear deberían cumplir con los establecido en el Artículo VI y “entablar negociaciones de buena fe sobre medidas efectivas relacionadas con el cese de la carrera armamentista nuclear en una fecha próxima y con el desarme nuclear, así como sobre un tratado para el desarme general y completo, bajo un control internacional estricto y efectivo”,
Las consecuencias negativas derivadas del estacionamiento de armas nucleares tácticas de Estados Unidos en varias naciones europeas;
Que el énfasis del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre su “pivote en Asia”, el envío de misiles y buques de guerra a la región y el estímulo a la construcción de bases de apoyo regionales (como la que amenaza las vidas de los aldeanos de Gangjeong en la Isla Jeju, Corea del Sur), está dirigido a refrenar a China e incrementa las tensiones internacionales.
Consecuentemente, instamos a todos los gobiernos, partidos políticos, integrantes de las organizaciones de la sociedad civil y de los movimientos públicos de todo el mundo, a compartir estas preocupaciones; y les pedimos con urgencia que apelen a:
Los dirigentes de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para que acuerden una reunión urgente con el fin de reactivar los estancados procesos de control de armamentos, de manera que abarquen todas las áreas, incluidas las armas nucleares, la defensa antimisiles y las armas convencionales estacionadas en tierra, en el mar, en el aire y en el espacio exterior,
Los países miembros de las Naciones Unidas para que trabajen de manera firme hacia la adopción de una Convención sobre Armas Nucleares que conduzca al desarme nuclear; y hacemos un llamado hacia los estados poseedores de armas nucleares para que no obstaculicen la discusión de la Convención sobre Armas Nucleares en la Asamblea General de la ONU;
Todas las naciones en posesión de componentes de la defensa antimisiles o que vayan a estar en esas circunstancias, deberían reconocer su naturaleza desestabilizadora y buscar más bien, mediante procesos diplomáticos, la reducción de las tensiones internacionales; así como trabajar hacia un entorno de cooperación, confianza mutua y entendimiento;
Todas las naciones con actividades espaciales deberían involucrarse de inmediato en negociaciones de alto nivel para la Prevención de la Carrera Armamentista en el Espacio Exterior y la proclamación del espacio exterior como zona desmilitarizada;
Todos los estados, para que respeten y renueven su compromiso de proteger las regiones excepcionales y vitalmente importantes de la Tierra, como el Ártico y la Antártida; y reiteren que dichas regiones no son propiedad de ninguna nación y jamás deberían serlo, sino que es preciso protegerlas como patrimonio común de la humanidad y jamás ser utilizadas para propósitos militares.
El dinero y los recursos materiales que serán recuperados al seguir los pasos anteriormente descritos, así como de otras medidas de control de armas y desarme, no deberían redirigirse posteriormente a otros proyectos militares, sino utilizados en apoyo de la conversión de nuestras sociedades militarizadas en sociedades pacíficas que trabajen por el desarrollo social y el bienestar económico de todos los pueblos; por la seguridad humana, no por la del Estado; y por hacer frente al problema común del cambio climático.
Así fue declarado en la Conferencia en Kiruna, Suecia, el 29 de junio de 2013.